Valdeavellano ha sido modelado en su urbanismo a lo largo de los años por la actividad ganadera intensa que se ha desarrollado hasta recientes fechas. El resultado es un caserío muy extendido, con prados intercalados entre los edificios, de cuidada fábrica y características casas encaladas. Destacan varios ejemplos de construcciones de indianos, los edificios religiosos y elementos etnográficos como las fuentes o los lavaderos.