Siglo XX- El año 1909 se publica el “Nomenclator histórico, geográfico, estadístico y descriptivo de la provincia de Soria” de Manuel Blasco Jiménez. En la reseña correspondiente a Valdeavellano, podemos obtener varios datos interesantes. Para empezar continúan escribiendo el nombre separado Val de Avellano. Indica que tiene título de villa, dato en principio erróneo pues no se tiene documentación alguna de que le haya sido concedido estos privilegios. Apunta que viven 818 almas (incluyendo las del desaparecido pueblo de Castilfrío) lo que suponían 88 más que en el año 1880. Curiosa es la reseña “Es una de las poblaciones de la Provincia más afectas a la enseñanza primaria, tanto porque las condiciones del terreno son deficientes para producir lo necesario para el sustento de los moradores, cuanto estos esperanzan fortuna semejante a la obtenida por algunos de sus hijos emigrantes a las Américas, o al menos por gratitud a los beneficios que de ellos reciben.”Menciona la existencia de una escuela de niños y otra de niñas y la abundancia de ganado vacuno de cuya “leche se elabora la celebrada mantequilla de Soria, todavía exquisita, sin embargo de la adulteración que acusa la experiencia”. Y sigue “La leche de esas vacas, según opinión del señor Otlet, contiene de 50 a 70 gramos de manteca por litro, y podría obtenerse por los nuevos procedimientos de tan buena calidad como las mejores importadas del extranjero”.

El año 1910 ganado de Valdeavellano ganó el primer premio (500 pesetas) en la Exposición de Ganado de Bruselas pero paralelamente tan solo se registraron 5.000 cabezas de ganado esquiladas 19.000 menos que en el año. Dos años después El año 1912 se constituye la Sociedad de Fomento de Valdeavellano formada por gentes que tuvieron que emigrar a América y que serían los mecenas de muchas obras civiles y de potenciar la educación. Curiosa es la visión del historiador Nicolás Rabál de este pueblo en su “Historia de Soria” de 1925: “ Pintorescos y alegres con el verano los valles de la Sierra, hasta el punto de poder competir con los más renombradas de las Vascongadas y Galicia; pero el que entre otros sobresale, es el de Valdeavellano de Tera, comparable a los tan celebrados de Suiza.” Este mismo año llegará la luz eléctrica al pueblo. Hay aún otro trabajo publicado en 1939 por Anastasio González, que había sido maestro en nuestra localidad en el que se refiere a la existencia de una fábrica de paños y una lechería, y añade “A sus amplias y buenas escuelas concurren

El epígrafe puesto a este último apartado obedece a la triste realidad, no solo de Valdeavellano, sino de la mayor parte de pueblos de la provincia de Soria: la despoblación sufrida a lo largo del siglo pasado. El cuadro presentado a continuación es el mejor ejemplo de la evolución de la población sobre todo el siglo XX:

No hacen falta demasiados análisis para concluir la continuada pérdida de población que Valdeavellano ha tenido en el último siglo, el 72 % de sus habitantes han marchado a otros lugares. La ausencia de industrialización, la incorporación a Europa y sus nuevas políticas ganaderas, cambios en el modelo social, la lejanía a vías importantes de comunicación son solo algunos de los factores que pueden explicar esta sangría humana, a pesar de la cercanía con la capital y todos los beneplácitos expresados por los autores antes mencionados. Para terminar, dos datos curiosos. El año 1900 Valdeavellano de Tera estaba en el puesto número 4º a nivel provincial en mayor densidad de población, dado el importante volumen de vecinos y la extensión del término municipal, no excesivamente grande. El año 2001 estaba en 10º lugar a nivel provincial en porcentaje de población con estudios superiores, un 18´1 %, continuando esa tradición de estrecha relación con la educación.

Siglo XXI- Claros y oscuros de una población con larga historia, hospitalaria, acostumbrada a ver marchar a sus hijos y a recibir a nuevos visitantes, vinculada a personajes como Ramón Benito Aceña o Enrique Tierno Galván y una actividad, la ganadera, que en un futuro cercano pretende convertirse con el proyecto “El valle de la Mantequilla” en un atractivo turístico en si mismo.